El Gobierno de Brasil decidió ignorar las peticiones de México y confirmó que no colaborará con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) debido, según apuntan lo medios brasileños, a la presencia de las dictaduras de Venezuela y Cuba en el organismo regional.
México, quien asumió este año la presidencia de la institución, se puso en contacto con Brasil para que replantease su postura, después de que el año pasado dejara de participar por los “pocos efectos prácticos” de la alianza regional, coincidiendo con la dirección de la, por entonces, Bolivia de Evo Morales.
“En respuesta a la invitación de México, el Gobierno brasileño comunica a la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana que Brasil no participará en los eventos relacionados con la instauración de la nueva Presidencia de la CELAC”, comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil.
Todo apunta a que se trata del antagonismo ideológico entre el Gobierno de Brasilia y el de algunos de sus vecinos lo que ha provocado que Jair Bolsonaro haya dado la orden de salir del organismo, pues tal y como ha denunciado en varias ocasiones el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, existe un supuesto “horizonte comunista” que busca “estrangular” a Brasil.
La presencia de Cuba y Venezuela en la CELAC son, según señalan los medios locales, una de las principales razones por las que Brasil ha optado por quedarse fuera, aunque oficialmente explicó que debido “al actual contexto de crisis regional”, la CELAC “no cuenta con todas las condiciones para actuar”.
No se trata de la primera vez que el Gobierno de extrema derecha de Bolsonaro decide abandonar organismos regionales. En abril de 2019, alegando que se trataba de una creación del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez para ejercer el poder de la izquierda en la región, Brasil anunció que abandonaba la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).
Europa Press / Diario Las Américas
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