“Venezuela es el país más violento de América Latina al reportar 16.506 fallecidos por muertes violentas en 2019. Hay 60.3 muertes violetas por cada 100. 000 habitantes”. Así lo informó el sociólogo Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de la Violencia, en conferencia de prensa efectuada en Caracas.
De esta cifra hay 6. 538 homicidios cometidos por el hampa común lo que representa 24 víctimas por cada 100.000 habitantes. Hay 5.282 muertes por “resistencia a la autoridad aun cuando detectamos que en estos casos hay exceso de funcionarios policiales como el FAES. Esto representa 19 muertos por cada 100.000 habitantes”, dijo Briceño León. De la cifra global, 4.632 homicidios están sin aclarar lo cual indica que 17 victimas de cada 100,000 habitantes entran en esta categoría.
Recalcó el investigador que el gobierno bolivariano tiene 16 años negando información oficial sobre cifras de muertes violentas: “En Venezuela hay un manejo oscuro de la data criminal”, sentenció Briceño León. Además, aseveró que Venezuela está inmersa en la crisis humanitaria más grave de la historia de la región. “2019 termina con una economía destruida, una creciente inseguridad social y la desigualdad más grande, es algo nunca visto. Estos factores potencian la violencia criminal”, dijo el académico. Además, siempre según el informe, en seis estados y en 175 municipios del país hubo más muertes a manos de policías que de delincuentes.
La cifra de muertes violentas bajaron 21 por ciento en 2019 respecto a 2018. Hace un año hubo 23.047 muertes violentas, 81 por cada 100.000 homicidios. En 2019 se reportaron 16.506 fallecidos.
De acuerdo al estudio, Venezuela incluso ha llegado a “exportar” delincuencia al resto de la región, sobre todo a los países al sur del continente. En tanto, otros países de la región como El Salvador tuvo en 2019 una cifra de 48 homicidios por cada 100.000 habitantes, Jamaica 47, Brasil 40, Honduras 32 homicidios, Colombia 25 y México 22 por cada 100.000 habitantes.
“Los gobiernos de la región se han ocupado de controlar las actividades delictivas en las cárceles, los sistemas judiciales se han adecuado y modernizado y los mandatarios han enviado mensajes fuertes en contra de líderes de los grupos delictivos”, señaló el catedrático y añadió que que El Salvador y Brasil son las naciones que más se han ocupado el tema de control de las cárceles, el trágico de armas y la violencia “no es un tema de la postura política de los mandatarios sino de políticas públicas”.
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