El sospechoso en el tiroteo masivo en un concurrido Walmart en El Paso, Texas, fue acusado el jueves de un cargo de crimen capital.
Patrick Crusius, de 21 años, de Allen, Texas, fue acusado en relación con el tiroteo masivo del 3 de agosto que dejó 22 muertos. Crusius está encarcelado sin derecho a fianza.
Los fiscales de El Paso han solicitado la pena de muerte, dicen que Crusius se entregó a la policía después del ataque, diciendo “Soy el pistolero”, y que su objetivo eran los mexicanos.
En documentos de la corte, los fiscales alegaron que Crusius es el autor de un documento publicado poco antes del tiroteo, donde dice que el ataque era “en respuesta a la invasión hispana de Texas”.
El documento dice que se inspiró en un australiano que está en juicio en Nueva Zelanda por el asesinato de 51 personas en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch.
Los sobrevivientes del ataque de El Paso han realizado vigilias en la ciudad, incluso fuera de la cárcel en el centro de El Paso, donde Crusius ha sido mantenido aislado de otros prisioneros, bajo vigilancia por suicidio.
El caso ha alimentado la ira entre los defensores del control de armas y de la inmigración.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, reconoció semanas después del ataque que “se cometieron errores” cuando envió un correo de recaudación de fondos para alentar a sus partidarios a “tomar el asunto en nuestras propias manos” y “DEFENDER” a Texas.
Abbott se comprometió a invertir en un grupo de trabajo sobre terrorismo interno y sugirió que apoyaría y expandiría las verificaciones de antecedentes de armas de fuego. Pero el gobernador se ha resistido a los llamados para regular la venta de rifles de estilo militar como el que las autoridades dicen que Crusius usó en El Paso.
Voz de América
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