Querida Nicaragua:
El futuro es de los jóvenes y no necesariamente por la frecuente expresión que promueve el cambio generacional. No es asunto de edad sino de preparación, y de valores morales y cívicos, los que pueden encontrarse tanto entre los jóvenes como entre los hombres de la tercera edad.
El tormentoso pasado de las luchas políticas nos ha dejado dictadura tras dictadura, guerras civiles promovidas por políticos sin mayor afán que tumbar al Gobierno para sustituirlo por otro, tan o más dictatorial que el anterior. En todo el siglo XX vivimos inmersos en dictaduras partidarias donde gamonales politiqueros hacían la guerra, usaban a los mozos de sus haciendas como carne de cañón y proclamaban una revolución. Todos eran líderes políticos conocidos por su voracidad. Ni proclamaron ni tuvieron valores morales que pudieran ofrecer y muchas veces ni siquiera tenían planes de gobierno que dieran alguna esperanza a un pueblo siempre oprimido. En estas luchas no destacaban los jóvenes que no eran tomados en cuenta, quizás por considerarlos gente inmadura e ignorante en política.
Hoy en día, después de largos años de espera, la juventud ha tomado la iniciativa y han sido nuestros jóvenes los que han estado a la cabeza de toda la lucha cívica a la que el orteguismo ha calificado como golpe de Estado y sus seguidores lo han proclamado así inclusive en los foros internacionales. Los jóvenes de hoy que iniciaron esta jornada verdaderamente patriótica, son y deben ser, mentalidades diferentes, muchachos que con valores cívicos y morales tienen la enorme tarea de gobernar la futura Nicaragua y no permitir nunca más dictaduras de ninguna clase. Son jóvenes que han expuesto su vida y que han perdido a más de 500 de sus compañeros asesinados por los paramilitares orteguistas.
Jóvenes dispuestos a crear una república democrática, libre y soberana, donde los poderes del Estado sean independientes y no obedezcan órdenes de ningún otro Poder. Crearán una república donde el ciudadano común y corriente pueda trabajar libremente, caminar por las calles y caminos a cualquier hora del día o de la noche. Son los jóvenes quienes seguirán luchando hasta lograr un patria nueva, una república con un tribunal electoral honorable donde sea respetado el voto ciudadano y pueda elegirse a las autoridades en elecciones limpias, supervigiladas y transparentes terminando así con la pesadilla de los fraudes somocistas y orteguistas. Jóvenes nicaragüenses… esto se logra descartando la costumbre de creer que los cargos públicos son como sacarse la lotería. Los cargos son para servirle al pueblo y no para lucrarse de ellos. Preparación, civismo, moralidad, son parte de los valores con los que la juventud hará la nueva Nicaragua.
- Fabio Gadea Mantilla empresario radial y excandidato a la Presidencia de Nicaragua.
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