El pasado 15 de marzo la joven Yaritza Rostrán denunció que el Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw se molestó con varias presas políticas por la huelga de hambre en la que se encontraban en ese momento.
Este lunes María Adilia Peralta Cerrato confirmó la información y apuntó que la actitud del diplomático no fue del agrado de las prisioneras políticas.
“No nos gustó mucho cuando nos dijo que para qué queríamos salir que si íbamos a hacer cositas malas y Amaya (Coopens) se puso mal y le contestó que ella no andaba haciendo cosas malas, que andaba cuidando heridos”, relató la presa política excarcelada.
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