El periodista y escritor nicaragüense, Arquímedes González, publicó su nuevo libro “Como esperando abril”, una novela que narra la memoria reciente sobre la brutal represión y la masacre que ha sufrido el pueblo nicaragüense a manos de las fuerzas policiales y paramiliatares del régimen de Daniel Ortega.
El libro, que presentó en la ciudad de Miami el fin de semana, aborda el origen y los motivos de un conflicto que mantiene sumergido a los nicaragüenses en una de las peores crisis sociopolítica que ha enfrentado en su historia la nación Centroamericana. El periodo que describe el escritor en la obra es desde abril a diciembre de 2018.
El escritor dijo que el título de su obra “Como esperando abril”, obedece a que en Nicaragua “todos estamos esperando que ese abril que comenzó el año pasado por fin termine, abril se nos ha vuelto eterno hasta que haya una salida a la crisis”.
Es una crisis que inicio el 18 de abril de 2018, y la respuesta del régimen a los deseos de cambios de la población ha sido sangrienta, el número de muertos oscila entre 325 y 547, según informes de organismos de derechos humanos internacionales y nicaragüenses. A ello se suman más de 4.000 heridos, más de 700 presos políticos, centenares de desaparecidos, y más de 50.000 exiliados.
“Es un libro con historias humanas que relata el sufrimiento de los nicaragüenses bajo una dictadura que ha superado los episodios más terribles que conocimos durante el somocismo. El libro trata de reflejar claramente y de forma veraz lo que sucedió a través del relato de las víctimas”, comentó González.
“Es el relato de gente que ha sido afectada y cuyas vidas han sido cambiadas de manera radical, pues centenares perdieron sus vidas, familias enteras están a la espera de justicia porque el estado no ha movido un dedo para aclarar las muertes. Se necesita de una la Comisión de la verdad y en ese punto el libro podría dar una luz de explicación lo que sucedió en el país hasta diciembre del año pasado”, sostiene el escritor.
La obra incluye el relato de 15 historias, entre ellos el caso de la familia del Carlos Marx, en el que murieron seis personas calcinadas, incluyendo dos niños. El inmueble donde operaba una colchonería fue incendiado intencionalmente por fuerzas de la Policía y paramilitares, según evidencias fotográficas, videos y testimonios.
Otra de las historias, es el asesinato del estudiante de secundaria Alvarito Conrado, un adolescente de 15 años, que fue impactado por el disparo de un francotirador en el cuello, cuando llevaba agua a universitarios atrincherados.
Conrado fue trasladado al Hospital Cruz Azul, pero ese centro médico le cerró las puertas por una decisión ministerial que ordenaba no atender a los heridos en las protestas. Fue llevado a otro centro asistencial, pero murió desangrado.
Igualmente, incluye testimonios de secuestros de ciudadanos. “Son secuestros porque no hay ninguna orden judicial, no hay ninguna investigación, simplemente te secuestran en la calle, te llevan sin ningún proceso judicial y te mantienen preso, hay gente que llevan seis o siete meses detenidas sin juicio, como el caso de los periodistas”.
Escribir historias tan dramáticas representó una carga emocional para el escritor, pues le tocó sufrir junto a las familias y los sobrevivientes los horrores que han vivido por causa de la represión.
“Tenía que detenerme muchas veces porque son relatos muy fuertes, que nadie los hubiera creído. Todo lo que ha sucedido en Nicaragua ha superado la ficción maligna que alguna persona pudo haberse imaginado alguna vez. Nosotros solo conocemos las historias de las dictaduras por las lecturas que hemos hecho, pero en Nicaragua eso se ha vuelto realidad. Todas las formas de torturas, persecución, acoso que han sucedido en dictaduras como la de Chile, Paraguay, España e Italia, se hicieron realidad en Nicaragua, todas esas atrocidades cometidas contra la sociedad civil las hemos vivido y se siguen viviendo porque abril (de 2018) no ha terminado, porque la persecución a la disidencia sigue, las marchas están restringidas, y cualquier tipo de crítica es aplastada y prácticamente se han cerrado los pocos espacios que había de expresión”, afirmó el autor de “Como esperando abril”.
La publicación del libro no ha sido tarea fácil en Nicaragua, relata el autor, debido a la represión desatada por el régimen, tuvo dificultades para lograr la impresión y no todas las librerías se arriesgan a promocionarlo. Sin embargo, las personas interesadas en leer el libro lo pueden adquirir en Amazon.
El escritor dijo que su obra la dedicada a los jóvenes que iniciaron la lucha, a las personas asesinadas, a los exiliados, a periodistas exiliados y detenidos como Lucia Pineda Ubau y Miguel Mora, que desde hace cuatro meses permanecen en la cárcel por informar a la población.
Diario Las Américas
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