Venezuela, Nicaragua y Brasil fueron los países latinoamericanos que registraron una mayor degradación de la libertad de prensa en 2018, según la clasificación anual publicada este jueves por Reporteros Sin Fronteras (RSF), que también alerta de la situación en México y Cuba.
La “deriva autoritaria” en la que ha entrado el Gobierno de Nicolás Maduro acerca a Venezuela a la llamada “zona negra”, que agrupa a los peores parados de una clasificación en la que los países del norte de Europa, con Noruega a la cabeza, se llevan la mejor nota y que está cerrada por Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea.
En un año marcado en el mundo por la reducción de Estados en los que se puede ejercer el periodismo con garantías, la represión de la prensa independiente en Venezuela se intensificó y se registró un récord de arrestos arbitrarios de informadores y de violencia ejercida por las fuerzas del orden contra reporteros.
Las radios y televisiones más críticas con el poder se han visto privadas de licencias de transmisión y la prensa extranjera ha sufrido arrestos, interrogatorios e, incluso, expulsiones.
“La degradación de la situación lleva a numerosos periodistas a abandonar el país para escapar a las amenazas y preservar su integridad física”, señala RSF.
Nicaragua es el país donde más se violenta la libertad de prensa en AL.
El país que más puestos cayó en América Latina en la clasificación fue Nicaragua, que retrocedió 24 plazas para situarse en la posición 114, en plena “zona roja”, por cuenta de una “represión” contra la prensa independiente a cargo del Gobierno de Daniel Ortega.
En el contexto del agravamiento de la crisis política que vive el país y del incremento de las manifestaciones contra el poder, indica RSF, “el periodismo está constantemente estigmatizado y es atacado con campañas de acoso y amenazas de muerte, además de arrestos arbitrarios”.
“Durante las manifestaciones, los reporteros nicaragüenses considerados como opositores son frecuentemente agredidos y muchos de ellos se han visto obligados a exiliarse para evitar la acusación de terrorismo y la prisión”, agrega.
El informe recuerda también que por vigésimo segundo año consecutivo el peor país para la prensa en América Latina es Cuba, en el puesto 169, solo a once de Turkmenistán.
Brasil se sitúa en el puesto 105, cerca de la “zona roja” en la que está Venezuela y otros países en los que la situación es “difícil” para la prensa, como Burundi, Irak o Turquía.
El deterioro de Brasil responde a un año “particularmente agitado” con el asesinato de cuatro periodistas y la fragilidad creciente de los independientes que cubren temas ligados a la corrupción o el crimen organizado en pequeñas y medianas ciudades.
Fuente: Infobae
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