El senador Bob Menéndez pidió al Departamento de Estado que evalúe si los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua podrían estar sujetos a sanciones de Estados Unidos por comprar armamentos a Rusia.
La solicitud del senador se produce en el marco del polémico ingreso a Venezuela de aviones con equipos y militares rusos, situación que condujo a una áspera conversación telefónica el lunes entre el secretario de Estado Mike Pompeo y el canciller ruso Serguei Lavrov.
En una carta enviada a Pompeo el lunes, el senador demócrata por New Jersey pidió investigar un préstamo otorgado a Cuba por 50 millones de dólares para la compra de armas. Según medios rusos, los cubanos estaban interesados en la adquisión de vehículos blindados, helicópteros y armas pequeñas, así como piezas de repuesto para tanques.
Esta y otras transacciones citadas en la carta están contenidas en un reporte enviado por la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA, por su siglas en inglés) al comité de relaciones exteriores del Senado, del que Menéndez es un miembro de alto rango.
“Le escribo para que evalúe si alguna de las transacciones descritas en el informe desencadena las sanciones obligatorias en virtud de la Sección 231 de la Ley de sanciones contra los adversarios de Estados Unidos”, escribió Menéndez.
Menéndez también pidió investigar la entrega de 10 helicópteros rusos al gobierno de Venezuela en el 2017 así como la entrega de 15 vehículos de transporte blindado BTR-70M, 50 tanques T-72 y dos aviones AN-26 a Nicaragua.
El senador también pidió al Departamento de Estado información sobre otras actividades entre Rusia y esos tres países que pudieran estar sujetas a sanciones.
El reporte de la DIA señala que Rusia es el principal socio en temas de seguridad de esos tres países bautizados por la administración de Donald Trump como “la troika de las tiranías” en el hemisferio. El gobierno estadounidense ha impuesto recientemente nuevas sanciones a los gobiernos y compañías de estos países.
El lunes, Pompeo confrontó al canciller ruso Serguei Lavrov por su “comportamiento poco constructivo” en relación a Venezuela, adonde llegaron el fin de semana dos aviones militares.
“El Secretario indicó al ministro de Relaciones Exteriores ruso Lavrov, que Estados Unidos y los socios regionales no permanecerán pasivos mientras Rusia exacerba las tensiones en Venezuela”, dijo . “La continua inserción de personal militar ruso para apoyar al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en Venezuela podría prolongar el padecimiento del pueblo venezolano, que apoya por diferencia abrumadora al presidente interino Juan Guaidó.
La agencia de noticias Sputnik dijo el lunes, citando fuentes rusas, que la misión en Venezuela llegó para cumplir con los “contratos de carácter técnico militar” adquiridos entre los dos países y que no tenían nada de misterioso.
Según la prensa local, los dos aviones aterrizaron el sábado en el aeropuerto internacional de Maiquetía, transportando equipos y cerca de un centenar de militares encabezados por un oficial de alto rango.
El martes, la portavoz del ministerio de Exteriores, Maria Zajarova, confirmó el envío de la misión, señalando que la visita fue realizada “con pleno respeto a la legalidad”.
Pero esa opinión fue refutada el martes por el propio Guaidó, quien resaltó que la presencia militar rusa en Venezuela viola la Constitución.
“Pareciera que (en el gobierno de Nicolás Maduro) no confían en sus militares, porque los importan (…). Violan la Constitución nuevamente”, expresó Guaidó en un discurso ante la Asamblea Nacional.
“No trajeron plantas (eléctricas) en esos aviones, no trajeron técnicos (…). No. Trajeron militares extranjeros a suelo nacional”, agregó Guaidó.
Washington y Moscú se encuentran enfrentados sobre la situación en Venezuela, donde el gobierno interino de Guaidó, respaldado por Estados Unidos y más de medio centenar de naciones, compite por el poder contra el cuestionado régimen de Maduro.
La estrecha relación entre Maduro y el gobierno ruso también llevó el lunes a la Cámara de Representantes estadounidenses a aprobar un proyecto de ley para “mitigar la amenaza ruso-venezolana”, instando al Departamento de Estado a estudiar y presentar al Congreso medidas para limitar la influencia militar del Kremlin en Caracas.
Además de haber invertido miles de millones de dólares en la industria petrolera de Venezuela, Moscú firmó en los últimos años jugosos contratos militares con el régimen bolivariano de Caracas, que ascienden a más de $20,000 millones.
Se desconoce actualmente la cantidad de armamento ruso adquirido por el régimen bolivariano, pero expertos han señalado que a inicios de la presente década los planes contemplaban varios centenares de tanques, helicópteros y transportes blindados, además de decenas de barcos de guerra, submarinos y redes de misiles antiaéreos.
Muchos de esos contratos, sin embargo, fueron contraídos de manera improvisada, en procesos “turbios’‘ que llevaron a la adquisición de tecnología rusa de compleja tecnología y que sectores dentro de las propias Fuerza Armada Nacional rechazaban por desconocer su funcionamiento, según expertos que han investigado el gasto militar en Venezuela.
El Nuevo Herald
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