Por Osmaro Adrián Chavarría Vanegas.
El doctor Jorge Luis Borgen, vicepresidente de la Unidad Médica Nicaragüense, expresó que los despidos a médicos persisten, solo que varios profesionales de la salud prefieren guardar silencio por temor a represalias.
Hasta le fecha, contabilizan que 400 profesionales de la salud han sido removidos arbitrariamente de sus cargos.
Borgen también comentó que, como Unidad Médica, tienen el conocimiento de que al menos 57 profesionales de la salud se vieron forzados a abandonar el país, a causa de la persecución de simpatizantes del Gobierno y policías.
Muchos de ellos tuvieron que exiliarse con toda su familia en países como: Costa Rica, España y Estados Unidos.
“Se están haciendo más despidos, el problema es que la gente tiene, incluso ahora, miedo de denunciar que están siendo despedidos. En los hospitales, por ejemplo, en el Lenín Fonseca nos han informado que, de los despedidos han intentado rellenar con otros médicos contratando; el problema es que los investigan y cuando encuentran que a los nuevos contratados han también participado en denuncias a través de facebook o las redes sociales inmediatamente también los vuelven a despedir…”, explicó el galeno.
Atentos a la situación de presos políticos
El doctor señaló que han tenido pláticas con la Cruz Roja Internacional sobre los presos políticos, porque la situación de varios reos es grave. No solo están afectados a nivel físico, sino también psicológico; muchos de ellos presentan cuadros depresivos graves en los que se han detectado riesgos de suicidios.
De igual manera, la Unidad Médica Nicaragüense ha constatado que en los hospitales públicos no quieren atender a los reos políticos. Por tanto, han coordinado esfuerzos con hospitales privados, para su debida atención.
Demandan restitución laboral
De igual modo, Borgen demandó la restitución laboral de todos los médicos despedidos de manera arbitraria durante la crisis sociopolítica.
El profesional de la salud remarcó la importancia de retomar la creación de los sindicatos independientes de profesionales de la salud en los hospitales, ya que ven a la Federación de Trabajadores de la Salud (FETSALUD), como un brazo político del Gobierno. Por ende, considera que no representa a los médicos.
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