El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, instó a la población nicaragüense a seguir “practicando la ciudadanía” ejerciendo su derecho a la manifestación “en modo respetuoso y pacífico”, los llamó a tener paciencia con el proceso de negociación, pero a la vez pidió mantenerse vigilantes para que “no hayan pactos ocultos”.
“La protesta es un derecho ciudadano porque es la expresión de inconformidad con el sistema político de un país y es un derecho constitucional y por supuesto que es algo positivo porque ayuda a construir ciudadanos que son verdaderos actores de los cambios sociales”, declaró a periodistas tras la homilía dominical.
En ese sentido, instó a la ciudadanía y a los acompañantes internacionales a estar vigilantes y que “tomen el pulso al diálogo” para que “sea saludable, que no sea un diálogo que se estanque y pueda morir”.
“Tampoco puede ser un diálogo que encubra las voluntades de los más poderosos que podrían estar detrás. Para que no hayan pactos ocultos a las espaldas del pueblo”, expresó el religioso.
Insistió que hay que tener “paciencia” y “esperanza” para que “haya frutos auténticos” para la paz, la democracia y la libertad en Nicaragua.
Precisó que no se debe dejar morir el diálogo porque “en este momento, o dialogamos o nos destruimos todos”.
Báez calificó como “excesivo” el plazo máximo de 90 días que acordó el régimen de Daniel Ortega con la Alianza Cívica para liberar a los presos políticos.
“Personalmente me parece un plazo excesivo, me parece demasiado tiempo”, señaló.
Recientemente los representantes del Gobierno y de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia acordaron en la mesa de negociación, con la que buscan superar la crisis que estalló en abril del año pasado, la liberación de los manifestantes en un plazo no mayor de 90 días.
El obispo Báez instó a los nicaragüenses “a hacer presión” a la mesa de negociación para que los “presos políticos” pueden ir siendo “liberados absolutamente lo más pronto posible, ya, y todos”.
Advirtió que si la ciudadanía se descuida sobre esa exigencia, “el tiempo se puede alargar”.
A juicio del religioso, “el sufrimiento de los presos políticos es el sufrimiento de todos” y cada día que permanecen en prisión “es una herida que sangra el corazón de Nicaragua“.
Confidencial
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