La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió el “allanamiento” en Nicaragua a la oficina de la revista digital Confidencial y de varias ONG, lo que calificó de “grave ataque a la libertad de expresión y la democracia”.
La presidenta de la SIP, María Elvira Domínguez, señaló en un comunicado que se trata de “otra descarada acción de violencia contra los medios” críticos con el Gobierno nicaragüense, que deja al descubierto el “verdadero rostro de un régimen alejado de la tolerancia y la democracia”.
La Policía nicaragüense irrumpió en las oficinas del Confidencial, donde se encuentra la redacción de la revista semanal y diario digital y los programas de televisión “Esta Semana” y “Esta Noche”.
Este medio denunció además la sustracción en sus dependencias de equipos de computación de los periodistas y diverso material de trabajo.
Estos registros suponen un “grave ataque contra la libertad de prensa que se suma al golpe del régimen contra organizaciones defensoras de los derechos humanos y de la sociedad civil para cercenar la libertad de expresión en Nicaragua”, resaltó Domínguez.
También fueron allanadas esta semana, la Fundación del Río, la Fundación Popol Na, el Instituto de Liderazgo de Las Segovias, el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (IPADE), el Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas) y el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh).
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Roberto Rock, denunció que los medios de comunicación y los “organismos sociales y defensores de los derechos humanos han sido y siguen siendo hostigados, acosados y agredidos, aumentando el ya pesado clima de represión y censura” que vive Nicaragua, dio a conocer EFE.
Rock advirtió de que ese país centroamericano se encuentra en una “peligrosa situación de irrespeto a los derechos humanos que requerirá el mayor respaldo de todos los organismos internacionales a fin de mantener el tema el ojo público”.
Los registros se han producido en medio de una crisis que desde abril ha dejado, según organismos humanitarios, entre 325 y 545 muertos, miles de heridos, decenas de desaparecidos y más de 600 “presos políticos”.
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