Vicente Fernández, una de las grandes voces de la canción ranchera, se despidió el pasado 16 de abril de los escenarios y de su público con un multitudinario concierto gratuito en el Estadio Azteca de la capital mexicana, que se presentó bajo el título “Un azteca en el Azteca”.
Anécdotas, mentadas de madre, videos de sus películas, dedicatorias y hasta bromas sobre su sobrepeso fueron los aderezos del show.
La cereza del pastel de este emotivo encuentro fue cuando “El Potrillo” le dedicó a su padre Vicente Fernández “Mi Querido Viejo”, con la que se despidió.
Agencias: EFE-La Reforma
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