“Sería un motivo de gran satisfacción para Brasil recibir a ese tribunal”, dijo el diputado, quien organizó en la ciudad brasileña de Foz de Iguaçu la llamada “Cumbre Conservadora de las Américas”, que congregó a representantes de la derecha de una decena de países de la región.
La propuesta para ese hipotético juicio fue planteada por el cubano Orlando Gutiérrez, un férreo opositor del gobierno de la isla radicado en Estados Unidos, quien afirmó que los pueblos de América Latina deben “unirse para ponerle fin” a los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que calificó de “dictaduras comunistas”.
El filósofo brasileño Olavo de Carvalho, uno de los mentores de Jair Bolsonaro, también se manifestó en ese sentido y sostuvo que un tribunal de esa naturaleza debería juzgar a todos aquellos que “ampararon esos crímenes”, tanto en Brasil como en otros países.
A la cita, apoyada por el presidente electo de Brasil, asistieron delegados de movimientos de derecha de Colombia, Chile, Paraguay y el país anfitrión, que pronunciaron unos duros discursos contra el “comunismo” y el Foro de Sao Paulo, que reúne a organizaciones de la izquierda latinoamericana.
Según dijo Eduardo Bolsonaro, la idea es crear un “movimiento que no se acabe con la elección” de su padre como presidente de Brasil y que tenga un “carácter permanente” como plataforma para la discusión de “principios”.
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