Arturo Cruz Sequeira es uno de los académicos más respetados de Nicaragua y Centroamérica. Doctor en Historia en la Universidad de Oxford, profesor del INCAE, se refiere con propiedad a la situación actual de Nicaragua y advierte que el régimen de Daniel Ortega ha perdido toda legitimidad.
Cree que “Daniel Ortega conserva un piso bastante sólido, lo cual le da todavía una capacidad de cierta maniobralidad política”, sin embargo “no hay ninguna duda que es un régimen que ha perdido toda la legitimidad”. “Es un régimen sin futuro, es un régimen que descansa en la coerción y en esa minoría organizada que pudiéramos decir que todavía representa un 30% de los nicaragüenses”, explica.
Asegura que “uno de los errores grandes del gobernante (Daniel Ortega) fue que él no podía pretender tener crecimiento económico, sin alguna manera, adaptar su modelo político y básicamente él creía que el crecimiento económico era lo que iba a afianzar su sistema político y era todo lo contrario”.
Ortega y Somoza
Cruz ve dos similitudes entre el dictador Ortega y Somoza. “Por un lado, modernizadores incompletos y por otro lado, incapaces de manejar, con la soltura requerida, la sucesión que ha sido también el talón de Aquiles de nosotros los nicaragüenses, cómo administramos de manera fluida las transiciones”.
“El presidente Ortega y sus asociados más cercanos insisten en que se termina su periodo presidencial. Vuelvo a decírtelo, es el mismo error en el que insistió Somoza”, expresa.
La Iglesia
El académico nicaragüense destaca el papel de la Iglesia Católica como mediadores en la crisis del país. “Básicamente su credibilidad ante la sociedad nicaragüense es incuestionable. Como institución es la más respetada, es en la que más se confía y eso vale en este momento muchísimo porque la verdad es que todos los otros actores, de cierta manera, están de devaluados”, resalta.
“El único actor cuya legitimidad es incuestionable es precisamente la Iglesia. De ahí de creer que podés llegar a acuerdos políticos, sin alguna manera contar con la iglesia, me parece a mí fuera de lugar. Su legitimidad es total y solamente con la bendición de la iglesia, los arreglos políticos van a ser aceptables para la sociedad nicaragüense”, agrega.
Solución
El exembajador de Nicaragua en Washigton afirma que la única “opción inteligente” que tiene Nicaragua es “adelantar las elecciones”. “Pero primero hay que darle una arquitectura política que le dé credibilidad a ese proceso electoral y que le dé credibilidad a la gobernanza del futuro”, agrega.
Lamenta la “renuencia del presidente Ortega porque él insiste formalmente que su mandato termina en el 2021 y nuestro cuestionamiento a ese alegato es que ese mandato tiene una legitimidad de origen dudosa y por lo tanto, su legalidad es dudosa”.
“Aquí está la lección de la crisis de Somoza donde el último Somoza insistió en quedarse hasta 1981. Ojalá que esa lección que está ahí nomás, a la vuelta de la esquina, de alguna manera sirva para sacar un desenlace menos doloroso y menos complejo que permita que la recuperación del país sea más rápida, emocionalmente, políticamente y económicamente”, rememora.
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