La caravana migrante que se encuentra en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana, se ha fragmentado luego de que en las últimas horas unos 200 migrantes pidieran su retorno a sus países, mientras que otros miles siguen empeñados en pedir asilo a Estados Unidos.
La decisión de los que regresan a sus países se dio tras los hechos del domingo, cuando centenares de centroamericanos cruzaron el canal del río Tijuana para intentar saltar la valla fronteriza e ingresar a Estados Unidos, acción repelida por autoridades estadounidenses con gases lacrimógenos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México informó hoy que unos 200 migrantes aceptaron su retorno voluntario a sus países, a través de organizaciones civiles y del Instituto Nacional de Migración (INM) de México.
El organismo indicó que este mismo martes, 105 migrantes ya fueron trasladados en un avión de la Policía Federal hasta Ciudad de México, desde donde serán trasladados en autobús hasta la frontera con Guatemala.
“Llevamos muy pocas personas de Guatemala y El Salvador, de los 105 la mayoría son de Honduras. Éstos son retornos asistidos, de manera voluntaria, y hay otros grupos que se están regresando vía terrestre, como uno que se va hoy por la tarde”, informó el comisionado del INM, Gerardo Elías García.
Posteriormente, otras diez personas solicitaron su traslado asistido y se sumaron a los 70 migrantes que lo pidieron ayer por la noche.
Edgar Sosa, visitador de la CNDH, señaló que los retornos voluntarios se están dando luego de un proceso de registro y la plena acreditación de la nacionalidad de los migrantes, a través de sus embajadas.
El lunes fueron deportados vía terrestre los 98 detenidos, en su mayoría hondureños, que presuntamente participaron en los altercados con la policía para lograr cruzar la frontera estadounidense.
Un grupo de migrantes que permanece en Tijuana, crítico con esas detenciones y deportaciones, emitió hoy un comunicado titulado “No queremos regresar a la violencia”.
“En Tijuana hay organizaciones internacionales que dan por hecho que no vamos a poder entrar a Estados Unidos y que debemos ser retornados, pero muchas personas que viajamos tenemos que seguir intentando porque nos van a matar si regresamos a nuestros países”, apuntaron.
Recordaron que este martes se cumplen 46 días de su éxodo y apuntaron: “estamos huyendo de la violencia y la impunidad en nuestros países y ahora somos tantos que esto se ha convertido en una crisis. Es una emergencia y necesitamos información para tomar las mejores decisiones para proteger nuestras vidas”.
Además, pidieron a las autoridades detener las deportaciones y detenciones arbitrarias ya que, según el reporte de la policía de Tijuana, se han detenido a 164 hondureños, 16 guatemaltecos, 13 salvadoreños y un nicaragüense.
El comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla, respondió a los migrantes que deben “hacer las cosas de manera correcta, que nadie los confunda o los llame a romper el orden y que no se suban a manifestaciones, como ocurrió el domingo”.
En tanto, la organización Amnistía Internacional denunció hoy que los centroamericanos que están alojados en un albergue, en espera de poder entrar en Estados Unidos, se encuentran en “condiciones insalubres” con escasez de alimentos y agua.
Además, aseguró que el proceso para pedir asilo “no es transparente”, puesto que las autoridades estadounidenses y mexicanas “exigen ilícitamente a las personas solicitantes de asilo que se inscriban en una lista en el lado de Tijuana en vez de permitir que soliciten asilo directamente en la frontera”.
Hasta la noche del lunes, las autoridades tenían registradas a 5.851 personas en el albergue de la zona norte de Tijuana con 3.754 hombres, 1.074 mujeres, 525 niños y 498 niñas.
FUENTE: EFE
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