El Fondo Monetario Internacional (FMI) moderará sus previsiones del crecimiento global, que actualmente están en 3.9% para 2018 y 2019, por el actual contexto de políticas proteccionistas aplicadas por Estados Unidos, aseguró la directora gerente del organismo, Christine Lagarde. “Una cuestión clave es que la retórica se está transformando en una nueva realidad de barreras comerciales. Esto daña no solo al comercio en sí, sino también a las inversiones y la industria manufacturera, a medida que la incertidumbre sigue creciendo”, señaló Lagarde enm un discurso en a sede del FMI, en Washington.
Además, advirtió de que si las actuales disputas comerciales escalan “aún más” podrían impactar sobre un rango de economías “más amplio”, incluyendo emergentes y en desarrollo. El Fondo proyectó en julio un crecimiento global del 3.9% para 2018 y 2019, aunque Lagarde adelantó que los próximos pronósticos, que se darán a conocer en Bali (Indonesia) del 8 al 14 de octubre en la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial (BM), serán “menos brillantes”.
En esa reunión, gran parte de los ministros de nanzas y los banqueros centrales del mundo evaluarán la salud de la economía global y discutirán las prioridades del sistema nanciero, entre otras cuestiones. La dirigente del FMI destacó, sin embargo, que el crecimiento económico global “sigue en su nivel más alto desde 2011”, cuando los países se estaban recuperando después de la crisis, y aplaudió que las cifras de desempleo estén bajando “en la mayoría” de naciones.
A pesar de este contexto de bonanza, Lagarde avisó que Estados Unidos puede sufrir en el futuro efectos adversos debido a la reforma scal aprobada en diciembre pasado por el presidente Donald Trump. “Por ahora, Estados Unidos está creciendo fuertemente, apoyado por una expansión scal procíclica y por condiciones nancieras cómodas, lo que puede convertirse en riesgo durante un ciclo comercial en proceso de maduración”, aclaró.
La tensión comercial entre Estados Unidos y China se encuentra en niveles máximos en estos momentos, después de que Washington impusiera aranceles de 10% por valor de 200 mil millones de dólares a productos chinos, lo que supuso la tercera tanda de sanciones en el marco de la guerra comercial que libra con el gigante asiático. La primera llegó en julio y signicó unos gravámenes a importaciones chinas (la mayoría del sector tecnológico) por importe de 34 mil millones de dólares, mientras que la segunda fue de 16 mil millones de dólares.
Todas estas sanciones fueron respondidas por China con medidas similares contra los productos estadounidenses, provocando un estado de alerta que está presente en las organizaciones económicas globales. “Si los países trabajan juntos es mucho más probable que mejoren el bienestar de su gente que si lo hacen por su cuenta”, indicó Lagarde, que abogó de esta manera por acercar posiciones en un sistema comercial global “más fuerte, justo y apto para el futuro”.
Fuente: EFE
Deje su comentario