El gobierno orteguista presentó como terroristas a los líderes estudiantiles Amaya Eva Coppens, Sergio Midence y Yubrank Suazo.
Como se ha vuelto costumbre para el segundo jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, Farle Roa, éste presentó a los detenidos ante los medios oficialistas acreditándoles desde antes de ser remitidos a los tribunales, el delito de terrorismo.
Entre los crímenes que menciona contra Suazo están asesinato, asaltos, terrorismo, secuestros, tráfico, tenencia y uso de armas restringidas, incendios, torturas, lesiones, exposición de personas al peligro, en perjuicio del Estado de Nicaragua y de la sociedad nicaragüense.
Roa atribuyó a Suazo haber dirigido actos vandálicos durante 82 días, manteniendo secuestrada a la población de Monimbó y barrios aledaños. Suazo fue arrestado en las inmediaciones del mercado local de Chichigalpa, Chinandega.
Mientras contra Coppens y Midence, que habían sido secuestrados por paramilitares en León, aparecieron detenidos en El Chipote. Roa les responsabilizó también de hechos ocurridos en León.
Roa asegura que a los detenidos les ocuparon armas de fuego.
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