PEN Internacional-Nicaragua hace un llamado de alerta a todos los organismos de defensa de la libertad de expresión en el mundo, para que actúen en defensa del derecho del equipo periodístico de Canal 10 de mantener su línea informativa, su director y gerente.
En un comunicado describen que la innegable calidad del noticiero de Canal 10, que le ha valido el primer lugar en la preferencia nacional, así como la potencia del canal, el único con información no oficialista que tiene alcance nacional, preocupan de manera desmedida a Ortega y Murillo, empeñados en que la población nicaragüense sólo pueda recibir la información emitida por el gobierno.
Esta información, según se ha podido observar a través de estos cuatro meses, carece lamentablemente del lenguaje mesurado y objetivo que se esperaría de un gobierno que representa a toda la población. La comunicación oficial ha tomado unilateralmente el lado del partido del gobierno, empleando términos como “satánicos y diabólicos” contra los sectores que han mostrado su descontento con la gestión del estado, ejerciendo un derecho universal de los pueblos libres del mundo.
Para el periodismo que pretende ser objetivo, un lenguaje cargado de epítetos y acusaciones externadas sin pruebas fehacientes, como es el caso de la acusación de que lo que ha acontecido no es una rebelión popular sino “un golpe de estado” compromete el profesionalismo periodístico. Por otro lado, en un país como Nicaragua, con una historia de resistencia de la que provienen las barricadas de adoquines -promovidas en su lucha histórica por el mismo partido que hoy las proscribe- calificar a quienes alzaron las barricadas e incluso entorpecieron el tráfico vehicular en medio de una protesta, como “terrorismo” es forzarlos a tomar una posición no basada en lo que se está observando, sino en la interpretación que por razones políticas ha tomado el gobierno de la república, destaca PEN.
Hostigar a un medio de comunicación por presentar lo que la población le reporta, una cualidad que concedió al canal 10 su primer lugar en las preferencias de la audiencia, y querer obligarlo a repetir las acusaciones y epítetos del gobierno, que ya otros canales de gran alcance nacional optan por transmitir, es un atropello contra la libertad de prensa. Que el equipo de prensa sea obligado a ceder a estas pretensiones y atropellos causaría un grave perjuicio en el derecho que tiene la población de estar informada de lo que pasa en el país y no sólo de la visión de un partido político.
El periodismo y la literatura consideran que la comunicación y el lenguaje son elementos civilizadores que deben estar apegados a la verdad y contribuir al entendimiento de las personas, destaca PEN.
Consideramos que el personal y equipo de noticias del Canal 10, están dando un ejemplo de rectitud y firmeza al negarse a someterse al atropello de que están siendo objeto por parte del gobierno. Condenamos la restricción migratoria extendida contra su gerente, Sr. Carlos Pastora y demandamos se le reintegre su derecho a movilizarse con plena libertad, dice PEN en un comunicado.
PEN se solidariza con el equipo del Canal 10 y se compromete a denunciar ante el mundo esta nueva arbitrariedad y ofensa a la prensa nicaragüense ante los foros internacionales.
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