El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, llegó este martes a la capital brasileña, donde fue recibido por el presidente Michel Temer, en el inicio de la que es su tercera gira por América Latina, que incluirá escalas en Ecuador y Guatemala.
“Estados Unidos le pide a Brasil adoptar actitudes firmes contra el régimen de (Nicolás) Maduro”, que “destruyó la democracia y ha construido una dictadura brutal”, que “ha hecho de Venezuela un país pobre”, declaró el vicepresidente.
Abordó los “problemas” que le causa a Estados Unidos la inmigración ilegal y envió un mensaje directo, dirigido sobre todo a los centroamericanos.
“No arriesguen sus vidas o las de sus hijos” intentando llegar a Estados Unidos por medio de traficantes de personas y “si no tienen condiciones de entrar legalmente, no vengan. Si les dicen que pueden llevar a sus hijos a Estados Unidos, no les crean. Construyan sus vidas en sus patrias”, declaró.
En ese mensaje dirigido al “pueblo de América Central”, dijo que hablaba “desde el corazón del pueblo americano” y de un país que desea que sus vecinos “prosperen”, pero subrayó que se deben crear las condiciones para que lo hagan en sus propias naciones.
La cuestión de la inmigración afecta también a Brasil, pues se calcula que unos 50 niños permanecen separados en Estados Unidos de sus familias, que igual que las de muchos otros países han intentado ingresar en forma ilegal a esa nación.
Temer dijo que le planteó el asunto a Pence, pues “se trata de un asunto extremadamente sensible” para el que pidió “una atención especial”.
La inmigración ilegal le sirvió a Pence para abordar otro de los grandes asuntos políticos latinoamericanos, que es la crisis en que se ha sumido Venezuela y lo que calificó de “el mayor éxodo en masa” en la región.
Fuente: EFE
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