El Congreso estadounidense deberá votar este jueves antes de la medianoche el acuerdo presupuestario alcanzado el miércoles que otorga una nueva extensión de fondos para el gobierno de Donald Trump, evitando así un nuevo “shutdown” que cierra parcialmente las funciones de la administración.
Se espera que tanto el Senado como la Cámara de Representantes apruebe sin contratiempos la prórroga, que da plazo hasta el 23 de marzo para que se apruebe definitivamente el presupuesto.
El debate es espinoso por las discusiones entre el oficialismo, que pide miles de millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México, y la oposición demócrata, que se rehúsa a darlos y reclama una solución para los “dreamers”, luego de que el presidente Donald Trump derogue el programa.
Las continuas extensiones presupuestarias financiaban a corto plazo y generaban quejas en autoridades de varios ámbitos, especialmente en Defensa. Por ello, el compromiso anunciado eleva los topes presupuestarios para 2018 y 2019, evitando que el Congreso cambie drásticamente las prioridades del gasto federal.
“Este acuerdo presupuestario es demasiado importante para nuestra gran fuerza armada”, tuiteó Trump. “Republicanos y demócratas deben apoyar a nuestros soldados y apoyar esta ley!”.
The Budget Agreement today is so important for our great Military. It ends the dangerous sequester and gives Secretary Mattis what he needs to keep America Great. Republicans and Democrats must support our troops and support this Bill!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 7, 2018
El proyecto aumenta el gasto militar y no militar dispuesto por el Congreso en 2011 y garantiza fondos para paliar los efectos de desastres naturales, desarrollar infraestructura y luchar contra la creciente epidemia de adicción a los opioides.
“Nadie va a decir que es un acuerdo perfecto, pero hemos hecho todo lo posible para encontrar un terreno común”, dijo el principal senador de la bancada republicana, Mitch McConnell en el hemiciclo. Por su parte, su contraparte demócrata consideró que “es un verdadero avance” y “va a terminar un largo ciclo de crisis fiscales que han frenado a este Congreso y dañado a nuestra clase media”.
Pese al consenso alcanzado, las críticas no dejaron de oírse. Por el lado de los conservadores, reclamaron por el significativo aumento del gasto público, estimado en USD 500 mil millones, lo que agravará el déficit fiscal. En tanto, la líder demócrata Nancy Pelosi advirtió en un discurso maratónico de más de ocho horas que votará en contra de la medida si no incluye el tema de la inmigración.
A partir el 5 de marzo, el gobierno advirtió que ya no renovará los permisos del programa DACA, por lo que casi 1.000 jóvenes ilegales serán pasibles de deportación cada día, de un total de cerca de 700 mil beneficiarios. Sin embargo, esta fecha fue impugnada por un juez federal en San Francisco, que ordenó continuar renovando las licencias DACA. El gobierno apeló a la Corte Suprema.
Se espera que la próxima semana el Senado pase a debatir las propuestas oficialistas y opositoras que siguen sin hallar un punto medio sobre la reforma migratoria, con los dreamers como principal urgencia y los fondos del muro como la polémica estelar.
Fuente: AFP y EFE
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