Ucrania ha puesto a “tambalear” al gobierno de Rusia con la incursión de las tropas ucranianas a su territorio, que ha obligado a evacuar a sus ciudadanos de la localidad de Kursk, localidad fronteriza que en estos momentos es el foco de atención.
Autoridades rusas informaron que la incursión ucraniana estaba controlada por sus soldados, pero siete días después han reconocido que Ucrania logró con excitó incursionar en su territorio.
El mismo gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, admitió que cientos de ciudadanos que viven en el distrito de Krasnoyaruzhsky están siendo reubicados a lugares seguros ante la falta de respuesta rusa a la incursión.
“Estoy seguro de que nuestros militares harán todo lo posible para hacer frente a esta amenaza. Pero para proteger la vida y la salud de nuestra gente, estamos empezando a reubicar a las personas que viven en el distrito de Krasnoyaruzhsky en lugares seguros”, dijo el funcionario ruso.
Este lunes el presidente ruso, Vladímir Putin, confesó que el Ejército de Ucrania ha provocado la huida de más de 100.000 civiles en la región donde se produjo la incursión. Según Putin, la ofensiva del país vecino tiene como fin detener la ofensiva de Moscú en la región de Donbás, en el este de Ucrania, y ganar influencia en posibles futuras conversaciones de paz, citaron varios medios internacionales familiarizados con la noticia.
El mandatario dijo que Ucrania buscaba “causar malestar público en Rusia”.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, confirmó por primera vez que las tropas ucranianas se encuentran operando dentro de la región de Kursk.
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