El Estado de Nicaragua ha mostrado desinterés para abordar el tema de la violencia de género, inclusive, los casos de femicidios; han afirmado con mucha preocupación los organismos no gubernamentales que trabajan el tema de los derechos humanos en el país.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), han coincidido que la clave para mejorar los niveles de violencia en Nicaragua hacia las mujeres, niñas y adolescentes es la educación en valores y respeto mutuo.
La Organización No Gubernamental “Católicas por el Derecho a Decidir” en un monitoreo reportó que de enero a septiembre del corriente año 2017, se han producido en el país, cuarenta femicidios y cuatro asesinatos para un total de 44 casos de privación de la vida a las mujeres.
La abogada del CENIDH, Wendy Flores, llamó la atención que el Estado no ha puesto interés para reconocer la magnitud de los femicidios que por ende va en detrimento hacia una mayor consolidación de la violencia que sufren las mujeres adultas, niñas y adolescentes.
Desde que se aprobó la Ley Integral Contra la Violencia Hacia las Mujeres (779) en el año 2012, el Estado nicaragüense, se ha esforzado para cambiar el espíritu original de la iniciativa a tal grado que muchos casos de femicidios, uno de los aspectos principales que contiene la norma jurídica, se han tipificado con otra figura penal como homicidio o asesinato en sus diferentes modalidades, destacó Flores.
El sociólogo Denis Darce Solís, director de capacitación y proyecto de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), consideró que la violencia de género en el país debe enfocarse de manera integral a través de una estrategia institucional que abarque a toda la sociedad.
Uno de los problemas sociales que influyen en la violencia de género es el sometimiento de la mujer hacia el hombre, aspecto que incluso se presenta en los círculos más conservadores de una sociedad como es la iglesia, indicó el experto.
El tema de mejorar los niveles de violencia de género que implica reconocer, prevenir y hacer conciencia sobre la magnitud de los femicidios, es una situación que el Estado nicaragüense debe proponerse trabajar a lo inmediato con el único interés de convivir en un ambiente de paz y respeto mutuo, exhortaron el CENIDH y la CPDH.
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