La Dirección General de Energía de Dinamarca declaró este martes la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico tras detectarse en las últimas horas tres fugas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2.
“La rotura de las tuberías ocurre rara vez, por eso vemos motivo para aumentar el nivel de emergencia como resultado de los hechos ocurridos el último día. Queremos asegurar la vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro”, consta en un comunicado.
El anuncio supone la subida al nivel naranja, el segundo más alto en una escala de cinco, lo que implica que se comunicarán “medidas concretas” que las empresas de los sectores gasístico y eléctrico deben implementar “para aumentar la seguridad de, por ejemplo, plantas, edificios e instalaciones”.
Las autoridades danesas informaron inicialmente de una fuga en el Nord Stream 2 en aguas danesas en el Báltico y, posteriormente, de otras dos en el Nord Stream 1, una en aguas de este país nórdico y otra en las de la vecina Suecia, cerca de la isla de Bornholm.
Ambos gasoductos están fuera de servicio: el Nord Stream 1 lleva detenido semanas tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún operaba; el otro nunca estuvo en funcionamiento, al suspender Alemania el proceso de aprobación poco antes de la intervención militar rusa en Ucrania.
La Marina danesa ha decretado una orden que prohíbe la navegación en un radio de cinco millas alrededor de las zonas de las fugas y, los vuelos, en un área de un kilómetro.
“No se estima que pueda haber consecuencias para la seguridad o la salud fuera de las zonas prohibidas. Eso también rige para los habitantes de Bornholm y de Christiansø (islas danesas bálticas”, advirtió la Dirección General de Energía.
Según este organismo, es “demasiado pronto” para decir algo sobre las causas de las fugas.
Bajan los termostatos en las escuelas
En Svendborg, en el sur de Fionia, han bajado los termostatos de las escuelas, donde las temperaturas han pasado de 21 a 20 grados.
En un país, donde las noches de invierno pueden llegar a ocupar 17 horas del día, algunas ciudades han propuesto apagar farolas como estas entre las 22:00 de la noche y las 05:00 de la madrugada.
Según los estudios, la reducción del uso de las farolas una hora al día en una ciudad media podría ahorrar unos 40 000 euros al año, por lo que es una opción viable.
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