Slayfer Stanly Bons, de 20 años, fue sentenciado a cadena perpetua, por violar y luego asesinar con una almohada a su hijastro de dos años.
El hecho ocurrió el pasado 23 de junio del presente año, en el barrio Primero de Mayo en el municipio de Waspam, en el Caribe Norte.
Según la Fiscalía, el acusado tenía 5 meses de convivir con la mamá del menor, quien salía a trabajar desde muy temprano, dejando al niño bajo el cuido de Bons, quien no le daba de comer, además de que se aprovechaba de su estado de indefensión para ultrajarlo hasta que lo mató.
El día de los hechos el sujeto le tapó la boca y la nariz con un trapo al niño para silenciar su llanto mientras abusaba de él hasta asfixiarlo.
Luego para intentar ocultar el crimen bañó al menor, le cambió la ropa y se dirigió al trabajo de la mamá para decirle que el pequeño había fallecido por supuestas causas naturales.
Lea: Diócesis de Granada: sentimos dolor y sufrimiento por Monseñor José Leonardo Urbina
La abogada defensora metió un recurso de apelación, para que el condenado sea sentenciado a solo 30 años de cárcel.
Deje su comentario