El 31 de agosto de cada año el mundo entero recuerda a Diana de Gales. La madre de los príncipes Guillermo y Harry, que falleció en un accidente de coche en París, es todavía uno de los mayores iconos de la historia, incluso cuando se cumplen 25 años de su desaparición
La Princesa era un símbolo de resiliencia, unidad e independencia que 25 años después de su muerte aún resuena en las mentes de los británicos.
La princesa de Gales, cuyo matrimonio con el príncipe Carlos cautivó al mundo hasta que se deshizo públicamente con infidelidades y divorcios, murió en un dramático accidente el 31 de agosto de 1997.
Diana de Gales falleció a los 36 años, poco después de conseguir su divorcio del príncipe Carlos. Ella quería ser una figura humanitaria.
Algunos de los recuerdos que los seguidores de Diana han llevado hasta las puertas del palacio de Kensington, en Londres, son de tal envergadura que resultan difíciles de transportar.
La huella de Diana es y será imborrable, y una de las muestras está en los jardines de Kensington. Los hijos de la Princesa inauguraron esta estatua el pasado año, cuando habría cumplido los 60 años.
Sus hijos
Hace cinco años, los hijos de la princesa, William y Harry, asistieron a una serie de conmemoraciones públicas de su vida y hablaron del efecto que su muerte tuvo en ellos.
Pero este año no participan en ningún acto oficial, marcando el aniversario en privado con sus familias.
William, de 40 años, segundo en la línea sucesoria al trono, anunció recientemente que se trasladaba desde Kensington al recinto de Windsor, unos 40 km al oeste, con su esposa, Kate, y sus tres hijos pequeños.Harry, de 37 años, vive en California con su esposa, Meghan Markle, y sus dos hijos, después de que la pareja dejara la familia real a principios de 2020.
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