Uno de los delincuentes que participó en la masacre que, se registró la madrugada del jueves en un estacionamiento de un centro nocturno en Honduras, perdió la vida en una clínica privada de la capital, Tegucigalpa.
El fallecido fue identificado con el nombre de Isaac Almendares, quien a unos veinte minutos del tiroteo protagonizado por un grupo de encapuchados, fue ingresado para recibir asistencia médica; pero pereció debido a un mortal disparo.
La causa de muerte fue por “obstrucción de arteria femoral por un disparo de arma de fuego”, dijo una fuente al medio de comunicación hondureño “La Prensa”.
Explicó que Almendares falleció “antes de practicarle la cirugía debido a que no logró llegar con vida al quirófano”.
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El ataque afuera de la discoteca fue perpetrado exactamente contra cuatro jóvenes que fallecieron de manera instantánea, incluyendo un hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014).
Los familiares comentaron a medios hondureños que cuando los muchachos salieron para abordar sus vehículos fueron interceptados por hombres armados que los obligaron a bajarse para acribillarlos.
En los videos grabados por las cámaras de videovigilancia se observa que tras el tiroteo el sicario que también murió, recibió un disparo en una de sus piernas y quedó tirado en el pavimento. Uno de sus acompañantes lo levantó, lo subió a un carro y lo trasladó al centro asistencial.
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