La denuncia que realizó el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, y su posterior destitución, confirman “las graves violaciones a derechos humanos” que se comenten en el país, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Entre muchas otras cosas, el funcionario refirió que en Nicaragua no existe libertad de expresión porque más de 150 personas están encarceladas por razones políticas. Recordó que el país es el único en Centroamérica en donde no hay un periódico impreso desde el año 2018, y afirmó que los trabajadores del Estado son obligados a “repetir consignas, porque si no lo hacen pierden el empleo”.
“(Estos hechos) confirman las graves violaciones a los derechos humanos que se vienen cometiendo en el país, el deterioro institucional y la agudización de la estrategia del Ejecutivo para acallar las voces disidentes y opositoras”, indicó la CIDH en un comunicado.
Denuncia oficial de Arturo McFields
Ante las palabras dichas por McFields, el organismo urge al Estado de Nicaragua poner fin a la persecución de las voces disidentes. En sus declaraciones, McFields confesó que en ocasiones abogó por la liberación de los presos políticos de la tercera edad.
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La CIDH en su comunicado reiteró que los detenidos por razones políticas deben ser liberados, y en Nicaragua se debe buscar fórmulas para restablecer los derechos y garantías de un Estado democrático.
El organismo exhortó a la OEA y a la comunidad internacional demandar al Estado de Nicaragua el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
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