El asesinato a balazos este lunes del reportero Roberto Toledo, en el occidental estado de Michoacán, ha conmocionado una vez más al gremio periodístico de México y al país al tratarse del cuarto comunicador muerto en menos de un mes.
“Hoy finalmente las amenazas se cumplen y uno de nuestros compañeros perdió la vida a manos de tres personas que llegaron y le dispararon de manera ruin, de manera cobarde. Nosotros no estamos armados, nosotros no traemos armas, nuestra única defensa es una pluma”, dijo a Efe Armando Linares, director de Monitor Michoacán, medio en el que trabajaba el periodista asesinado.
Toledo fue atacado por tres sujetos armados en el estacionamiento del edificio donde se ubica Monitor Michoacán en el municipio de Zitácuaro.
Los individuos le dispararon varias veces y él recibió dos impactos de bala en el abdomen, uno en el tórax, otro en un brazo y uno más en una clavícula.
Poco después de los hechos, el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, dijo a través de Twitter que el Gobierno de México “condena el asesinato del periodista Roberto Toledo del portal Monitor Michoacán”.
“Trabajaremos en conjunto con el gobierno estatal y municipal para esclarecer el caso; no permitiremos la impunidad. Defendamos la libertad de expresión y el derecho a la información”, continuó.
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