Víctor Escobar, de 60 años y quien padecía la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes e hipertensión y otros problemas, se convirtió este pasado viernes 7 de enero en el primer colombiano en recibir la eutanasia sin ser un paciente terminal y tras haber tomado la decisión de tener una muerte digna.
“Se logró llegar al objetivo de que pacientes como yo, llegáramos a ganar esta batalla, que abre las puertas para los demás pacientes que vienen detrás de mí y que, en estos momentos, desean una muerte digna”, dijo Escobar en su mensaje de despedida.
Escobar fue el primer orden en recibir el procedimiento desde que la Corte Constitucional lo autorizara en julio del 2021, para pacientes con enfermedades no terminales.
El fallo de la Corte, que modifica el homicidio por piedad del Código Penal y que antes contemplaba penas de hasta 54 meses de prisión, anula ese primer requisito de que la persona que lo solicite padezca una enfermedad terminal, y lo hace motivado por las barreras que aún persisten en el país para ejercer este derecho.
“Este es un momento muy importante para Colombia, es el primer paciente a nivel de Latinoamérica que va a recibir la eutanasia sin ser un paciente terminal”, afirmó el abogado de Escobar, Luis Giraldo, en un video publicado en sus redes sociales.
Los últimos años de Escobar
Durante varios años Víctor Escobar sufrió de EPOC y otras enfermedades como las secuelas de un accidente cardiovascular, depresión o artrosis severa, que fueron deteriorando su condición de vida y llevarlo a depender incluso de alguien más.
El hombre inició hace dos años a gestionar la eutanasia, pero se encontró con barreras como que centros médicos le negaran el procedimiento porque no era un paciente terminal.
Sin embargo el panorama cambió con el fallo de la Corte y, tras una ardua lucha judicial en la que incluso le negaron otra vez la eutanasia, un juzgado de Cali ordenó a la empresa prestadora de salud (EPS) Coomeva que le practicaran el procedimiento.
Y cabe destacar que los órganos de Escobar serían donados a pacientes que los necesiten, según dijo él mismo antes de morir.
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