Su Santidad el papa Francisco hoy hizo una defensa sobre la importancia de la fe católica, que desafía sin temor “las lógicas oscuras del poder” y plantan cara a quienes “siembran muerte y masacran a pobres y a inocentes, ante la indiferencia” de la gente.
El Papa quien presidió este jueves la misa por la Solemnidad de la Epifanía, animó a los católicos en su homilía, seguir el ejemplo de los Reyes Magos, que retaron a Herodes.
“Nos enseñan que necesitamos una fe valiente, profética, que no tenga miedo de desafiar a las lógicas oscuras del poder, y se convierta en semilla de justicia y de fraternidad en sociedades donde, todavía hoy, tantos Herodes siembran muerte y masacran a pobres y a inocentes, ante la indiferencia de muchos”, apuntó.
Agregó además que, la crisis de la fe en las sociedades actuales tiene que ver con “la desaparición del deseo de Dios” y la costumbre de contentarse “con vivir al día”.
“Estamos saciados de tantas cosas, pero carecemos de la nostalgia por lo que nos hace falta. Nos hemos obsesionado con las necesidades, con lo que comeremos o con qué nos vestiremos, dejando que se volatilice el deseo de aquello que va más allá”, señaló, y destacó “la falta de deseo lleva a la tristeza y a la indiferencia”.
Los Reyes Magos mandan a plantearse interrogantes y que escuchen “con atención las preguntas del corazón, de la conciencia”, además las dudas y los deseos de los niños. Jorge Bergoglio condenó “la dictadura de las necesidades” y manifestó que “el corazón se enferma cuando los deseos sólo coinciden con las necesidades”, por lo que instó a oír Dios para purificar estos deseos, “curándolos del egoísmo”.
“Es la estrella de Jesús, que viene a hacerse cargo de nuestra frágil humanidad. Caminemos a su encuentro. No le demos a la apatía y a la resignación el poder de clavarnos en la tristeza de una vida mediocre”, dijo el Papa.
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“Es triste cuando una comunidad de creyentes no desea más y, cansada, se arrastra en el manejo de las cosas en vez de dejarse sorprender por Jesús, por la alegría desbordante e incómoda del Evangelio”, expresó.
El Pontífice ha reivindicado “los deseos” porque son los que ensanchan la mirada e impulsan la vida a ir más allá. “Más allá de las barreras de la rutina, más allá de una vida embotada en el consumo, más allá de una fe repetitiva y cansada, más allá del miedo de arriesgarnos, de comprometernos por los demás y por el bien”, indicó.
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