La noche del siete de noviembre, el Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez celebró una misa en la iglesia Santa Agatha en Miami, donde residen miles de nicaragüenses, en honor a la Inmaculada Concepción de María. En paralelo en Nicaragua la población salía a las calles a participar de la tradicional “Gritería”.
En su homilía, el religioso recordó que “el Pueblo de Nicaragua vive un momento histórico privado de la belleza por la imposición de la opresión que se vive en el país”.
El jerarca católico se refirió a la belleza como el destello de la armonía. Aseguró que “la indiferencia, el egoísmo y la envidia se apoderan del corazón, y ahí se destruye la belleza de Dios en nosotros”.
“Lamentablemente muchas personas viven privadas de belleza. Porque ahí donde el pecado rompe el diálogo con Dios y nos aleja del amor, la belleza desaparece. Ahí donde la indiferencia, el egoísmo y la envidia se apoderan del corazón, se destruye la belleza de Dios en nosotros. El momento histórico que vive nuestro pueblo está también privado de belleza”, dijo íntegramente monseñor Báez.
El líder católico agregó que “cuando se impone la violencia, la injusticia y la opresión, cuando donde no se respetan los derechos humanos y la libertad de las personas, lo bello de la vida y de la historia se esfuma, dejándonos encerrados en un mundo de fealdad, de tristeza y de muerte. Necesitamos embellecer la vida y la historia de nuestro pueblo con la hermosura del bien y de la compasión, de la verdad y de la justicia” afirmó el religioso este miércoles.
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