Muchos fieles católicos acataron el año pasado la orientación de la iglesia, y en lugar de festejar a la Inmaculada Concepción de María, decidieron realizar obras de caridad que no implicaron aglomeración de personas, evitando así la propagación del COVID19.
El Obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, instó a los devotos celebradores de la Virgen realizar mismas prácticas, tomando en cuenta que el COVID19 está latente en Nicaragua y una nueva variante (ómicron) ya está presente en américa.
En el contexto de las festividades marianas en el 2020, varias familias entregaron “todo” a algunos asilos de ancianos, otras distribuyeron comidas por las calles a las personas más necesitadas, y entregaron granos básicos en los barrios periféricos más pobres.
Foto: Radio Darío.
“Hagamos lo mismo este año porque le virus continúa y tenemos que aportar nuestro granito de mostaza para detener ese contagio terrible”, expresó el jerarca. Este sería el segundo año consecutivo que la iglesia católica llama a celebrar la purísima desde los hogares para que la población no esté expuesta al COVID19.
Al menos en la Diócesis de Matagalpa, a cargo de monseñor Álvarez, los novenarios se están realizando desde los templos, y para el 7 de diciembre, día que se celebra la gritería, el obispo presidirá las actividades desde las seis de la tarde con el menor número de asistentes.
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa. Foto: Cortesía
Fecha conmemorativa
Ese día es especial para el religioso, y es que conmemora el vigésimo séptimo (27) aniversario de ser ordenado sacerdote, y celebrará una misa.
“A las seis en punto, como siempre, este servidor estará dando el tradicional grito, y luego presidiré y celebraremos juntos la eucaristía también dándole gracias al señor y a la virgen santísima por mis 27 años de vida sacerdotal que Dios mediante cumpliré ese día”, comentó el prelado.
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