Chile acude este domingo a las urnas para elegir a su próximo presidente —y renovar buena parte del Parlamento— en medio de un escenario altamente polarizado, donde no se descartan sorpresas.
Según diversos pronósticos, de los siete competidores presidenciales en carrera, ninguno sobrepasa el 30% de adhesión y en el proceso hubo un alto número indecisos, que no se identifican con ninguno de los candidatos.
Además, la volatilidad en los respaldos ha sido una tónica en los últimos meses, posicionando a cada uno de ellos en distintos niveles de intención de voto, algo que varía semana a semana.
“Desde el año 1989 a la fecha, en Chile siempre supimos quién iba a ser el próximo presidente con dos años de anticipación. Ahora, la incertidumbre es total”, explicó a la cadena BBC Mundo el doctor en filosofía política y profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio.
“La ciudadanía está muy permeable e influenciable a lo que está pasando día a día. Y la verdad es que en los últimos meses hemos tenido candidatos punteros que duran un par de semanas y se caen”, agrega.
Tras el estallido social, Chile llegó a un acuerdo para cambiar su Constitución creada bajo el régimen de Augusto Pinochet.
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