Una hora de deliberación le llevó anoche a un jurado de conciencia declarar culpable por asesinato y secuestro a un pastor de las Asambleas de Dios y tres miembros más de su iglesia, que quemaron en la hoguera en febrero pasado, a la joven Vilma Trujillo en una comunidad de Siuna.
El jurado tipificó el crimen como asesinato porque existió alevosía, ya que los acusados amarraron a la víctima a un tronco para que esta quedara en total indefensión.
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Los fanáticos religiosos quemaron a la joven Trujillo, según ellos porque estaba endemoniada. En el crimen, también hubo saña, según el jurado por la forma en que le quitaron la vida, ya que morir quemada es una de las muertes más dolorosas que un humano pueda tener.
La joven Trujillo fue expuesta casi cinco horas a las llamas de la hoguera y luego lanzada sin escapatoria porque iba atada de pies y manos. La Fiscalía pidió la pena máxima para los fanáticos religiosos.
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Los miembros de la iglesia evangélica, afiliada a las Asambleas de Dios, le negaron a Trujillo la atención médica después de quemarla y la mantuvieron encerrada en una casa.
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