“Vergonzosos”, así describe la Asociación Médica Mundial (AMM), los informes que afirman que cientos de médicos y otros profesionales de la salud nicaragüenses han sido despedidos por desobedecer la orden del Gobierno de Daniel Ortega para que las personas heridas durante las manifestaciones no reciban atención médica.
El presidente de la AMM, doctor David Barbe, condenó el actuar de las autoridades de salud de Nicaragua respecto a la pandemia del COVID19. “Sabemos que desde el comienzo de la pandemia del COVID19 en 2020, el Gobierno no ha aplicado medidas de contención y ha ocultado información sobre la propagación del virus”, dijo.
El experto además rechaza que el sector salud en Nicaragua no ha sido priorizado a como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y pone de manifiesto que hasta ahora “se desconoce la cantidad de doctores que han fallecido por la enfermedad”.
Reconocen la labor
Por lo antes mencionado, la organización internacional reconoce la labor que han realizado los médicos durante la grave crisis sanitaria que enfrenta el país por el aumento de contagios del COVID19, según cifras oficiales, no oficiales y publicaciones de duelo en redes sociales.
Pero también, muestra su descontento por las “amenazas” de “retirar licencia médica” que han recibido el personal de salud por alzar su voz en contra de la “terrible gestión de la pandemia”.
Trabajadores de la salud conversando en las afueras del Hospital Alemán Nicaragüense. FOTO: Radio Corporación
Los galenos fueron advertidos de enfrentar cargos bajo la Ley de Ciberdelitos si continuaban emitiendo cifras sobre las muertes a causa del patógeno, destaca la AMM. “Los del sector público que llamaron a la población a protegerse han sido despedidos”, añade.
El doctor Barbe, lamentó que 15 asociaciones médicas en Nicaragua que criticaban al Gobierno, “se les retiró su estatuto jurídico” y “una gran cantidad de médicos han salido del país por la persecución”, lo que tiene consecuencias para la fuerza laboral médica de Nicaragua, según la AMM.
La Asociación Médica Mundial (AMM) concluye instando al Gobierno de Ortega “poner término inmediato a las medidas de castigo en contra de los médicos y otros profesionales de la salud, de modo que puedan ejercer su profesión de acuerdo a sus compromisos médicos, sin miedo a represalias y proteger a los profesionales de la salud y a toda la población de Nicaragua del COVID19”.
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