Nigeria pasa por uno de los más devastadores brotes de cólera en los últimos años, con casi 70.000 posibles infectados y no menos de 2.300 fallecido atribuibles a esa causa hasta el pasado 5 de septiembre, según información del medio informa AP, que cita datos del Centro de Control de Enfermedades del país.
El brote de cólera de este año, con una tasa de letalidad más alta que los cuatro años anteriores, se ve agravado por lo que muchos consideran una prioridad mayor para los gobiernos estatales: la pandemia de COVID19.
Nigeria enfrenta un resurgimiento de casos impulsados por la variante Delta. Y menos del 1 por ciento de la población ha sido completamente vacunada.
Al menos 69,925 casos sospechosos de cólera se registraron hasta el 5 de septiembre en 25 de los 36 estados de Nigeria y en la capital, Abuja, según el Centro de Control de Enfermedades de Nigeria.
Los niños de entre 5 y 14 años son el grupo de edad más afectado y la tasa de letalidad general es del 3,3%, más del doble que la tasa de letalidad del 1,3 por ciento de COVID19 en Nigeria.
Al menos 2.323 personas han muerto por sospecha de cólera este año, pero existe la preocupación de que no se cuente bien dado que muchas comunidades afectadas se encuentran en áreas de difícil acceso.
Los estados del norte de Nigeria, donde las inundaciones y el saneamiento es deficiente, aumentan el riesgo de transmisión, siendo los más afectados. Los 19 estados del norte representan el 98% de los casos sospechosos de cólera.
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Nigeria también sigue viendo brotes regulares de fiebre amarilla, fiebre de Lassa, sarampión y otras enfermedades infecciosas.
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