Tras la insólita muerte de un niño de cuatro años que cayó al pavimento por un agujero en el bus que cubre la ruta 117 en Managua, la población se dispone a fotografiar las unidades en mal estado para evidenciar la falta de mantenimiento por parte de las cooperativas.
El pesado vehículo, que pasó sobre la humanidad del menor identificado como Eduardo Sequeira Cisneros, pertenece a la cooperativa Parrales Vallejos. La ciudadanía está conmocionada por la pérdida del infante, y exige seguridad al abordar el trasporte público. “Ponen en riesgo la integridad física de la población”, denunció una joven en sus redes sociales este jueves.
En el lado izquierdo se observa el cuerpo sin vida del menor.
La fémina cuenta que al abordar el bus que cubre la ruta 165 en la capital, logró observar en el piso un hueco similar al que provocó el trágico accidente del menor el pasado miércoles. “Me fijé que tenia un hueco y que lo habían tapado por encima con alfombra del mismo tapiz”, dice.
Comentó que el chofer hizo caso omiso al reclamo, y se portó indiferente. “Informé al conductor del autobús de la situación y no me dijo nada”. La ciudadana mostró preocupación al considerar que quienes sufren las consecuencias son los pasajeros.
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Denuncia pública de una ciudadana.
El bus que abordó la denunciante es de la flota que entró en funcionamiento entre 2009 y 2013 donados por Rusia. Algunos tienen desgaste de más de 10 años.
Hasta el momento el Instituto Regulador De Transporte del Municipio de Managua (Irtramma) no se pronunciado oficialmente ante las quejas de la población, mucho menos por el deceso del niño, quien iba de compras con su abuelita al Mercado Oriental.
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